En la Red Europea de Vida Independiente (ENIL), soñamos con una Europa en la que todas las personas, desde los niños hasta las personas mayores, vivan de forma independiente en la comunidad, con el apoyo que necesitan (como la asistencia personal), y no en instituciones o en cualquier otro entorno segregado. No debería haber criterios de edad para esto. La vivienda accesible y asequible estará disponible para todos, así como las oportunidades de trabajo en el mercado laboral abierto. Las escuelas serán inclusivas y habrá oportunidades de aprendizaje permanente para todos. Las personas, independientemente de su edad y discapacidad, participarán en los procesos de toma de decisiones sobre todas las cuestiones que les afectan (desde el cambio climático hasta la libertad de circulación) y darán forma a una Europa mejor para todos.